Comisión Nacional de Pastoral Juvenil Puerto Rico
Equipo Nacional de Misiones
I. Marco Institucional
1. Nombre de la organización: Comisión Nacional de Pastoral Juvenil
2. Tipo de organización: eclesial
3. Campo de interés: misiones
4. Reseña: La Comisión Nacional de Pastoral Juvenil (CNPJ) es creada por la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP). La CNPJ es el organismo especializado de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico para la animación, apoyo y acompañamiento de las acciones juveniles existentes en las diócesis de Puerto Rico. Como comisión está al servicio de la evangelización del joven, entendida como ¨la acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje para que, transformados en hombres nuevos, e integrando su fe y vida, se conviertan en protagonistas de la construcción de la civilización del amor en Puerto Rico¨ de la Pastoral Juvenil en el País y el trabajo en particular de mantener la opción preferencial por los jóvenes.
II. Marco Pastoral
1. Misión Continental
Los Obispos reunidos en la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, aprobaron por unanimidad la realización de una «Misión Continental», cuya finalidad será socializar la riqueza, enseñanzas, orientaciones y prioridades de dicha Conferencia. Se trata de un «despertar misionero» que contará con la participación activa de las Conferencias Episcopales y de todas las fuerzas vivas de las Iglesias locales –como por ejemplo, las comunidades Eclesiales de Base –en modo tal de «poner a la Iglesia en estado permanente de misión».
La Misión Continental es tiempo de gracia para la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe y tiempo para tomar conciencia de su auténtica vocación cristiana. Es una Misión permanente, única y variada, que expresa la voluntad de la Iglesia de ser discípula y misionera de Cristo para transmitir a los demás la alegría de la fe en el actual proceso de cambio que vive la sociedad en general.
La Misión Continental llama a un encuentro con Cristo, a poner como centro la Palabra a conocer nuestra historia y realidad socio-pastoral, a la oración como alma de la evangelización a una misión evangelizadora que nos comprometa a todos, a la Liturgia alegre, festiva, a una creatividad en la acción Pastoral, a una disponibilidad del Clero, a formar pequeñas comunidades de fe, a reconocer al Espíritu Santo como protagonista de la misión y a vivir un estado permanente de misión.
La Misión Continental tendrá como protagonista al Espíritu Santo (cf. Redemptoris Missio, 21) presente en las Conferencias Episcopales y en las Iglesias locales vivas, que tendrán la tarea de proyectar, impulsar y ejecutar dicha Misión. Ésta tendrá frutos en la medida en que sea llevada a cabo por una Iglesia unida, en comunión y corresponsabilidad con todos los miembros del Pueblo de Dios.
Los obispos, presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas, consagrados, consagradas, jóvenes, laicos y laicas son agentes de la Misión, quienes han de vivir una profunda espiritualidad misionera. Los agentes han de contar además con una cualificada formación teológica y misionológica. Los laicos, llamados a vivir la vocación universal a la santidad y a la misión (cf. Redemptoris Missio, 90) en sus propios ámbitos de familia, relaciones interpersonales, trabajo… En este sentido, la participación de los movimientos eclesiales y de asociaciones laicales, con el dinamismo e ímpetu propios, es fundamental para el éxito de la Misión Continental. La Misión exige renovar las estructuras pastorales de las diócesis, parroquias, comunidades eclesiales de base, pequeñas comunidades, en perspectiva misionera.
2. Misión Continental en Puerto Rico
La Iglesia en Puerto Rico ha asumido la Misión Continental como un estado permanente de misión en todas las instancias eclesiales. Desde el 2011 comenzaron a celebrarse encuentros pastorales de asamblea nacional. El objetivo es que nuestras Iglesias particulares (Diócesis) se abran al impulso del Espíritu Santo, promuevan la conciencia y la acción misionera de Cristo para que Puerto Rico en Él tenga vida.
A la luz de la metodología ver, juzgar y actuar, la Iglesia de Puerto Rico se fue preparando para sentar las bases de la Asamblea Nacional de Pastoral. Se produjo un Programa Nacional de Acciones Pastorales para la Nueva Evangelización de Puerto Rico, donde se priorizaron 5 áreas pastorales para fortalecer con mayor énfasis: Matrimonio y Familia, Juventud, Educación, Salud, Empobrecimiento y Economía.
3. Área Prioritaria: Juventud
Línea de acción #3
Llegar a los jóvenes que no asistan a la Iglesia en sus diversos ámbitos, intereses y necesidades.
Objetivo:
b. Enfatizar, durante los años 2016-2018, el sentido misionero de la juventud que integra las comunidades juveniles en todas las Diócesis a través de las Comisiones de Pastoral Juvenil a nivel nacional y de cada Diócesis.
Acciones concretas a realizar:
1. Entre los años 2016 al 2018 se continuarán los trabajos de fortalecimiento y desarrollo del Equipo de Misión Nacional y los Equipos Diocesanos.
En la línea de acción número 3 se propone llegar a los jóvenes más alejados de Cristo. Para ello, debe haber una conversión personal y pastoral que nos lance a ir a su encuentro. No solo esperar que los jóvenes lleguen, sino reconocer sus lugares vitales para poder atender sus intereses y necesidades. El objetivo propone enfatizar el sentido misionero de la Pastoral Juvenil. La espiritualidad misionera es eje transversal de toda acción pastoral y eclesial. Por eso, no se pretende que se creen estructuras paralelas que sectorizan y excluyen el llamado, la responsabilidad y el deber de anunciar a Jesucristo a toda la gente. Así que, se procura infundir la espiritualidad misionera en la Pastoral Juvenil y en todas sus instancias. Que sea una Pastoral Juvenil decididamente Misionera.
III. Obras Misionales Pontificias de Puerto Rico y Verano Misionero
1. Descripción e identidad
La misión de las Obras Misionales Pontificias es «despertar y concientizar en todo Bautizado, la dimensión misionera de la fe de todo creyente, que se concretiza en la participación de su Iglesia local y más allá de sus fronteras, o sea, la Misión Ad Gentes.
«Verano Misionero es un «proyecto-servicio» de formación y animación misionera en la Iglesia Católica de Puerto Rico, dentro de la jurisdicción eclesiástica Pontificia de la Dirección Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Puerto Rico; concretamente, bajo la orientación y el asesoramiento de la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe – POPF. Es un «proyecto-servicio», que comienza en 1986, por iniciativa misionera «Ad Gentes» del Secretario Nacional de la POPF de aquel entonces, el Sr. Joaquín Izquierdo, con el «aval» del Rev. P. Roberto Graves, CSSp – Director Nacional. Verano Misionero es un «proyecto-servicio» de carisma misionero, con una «opción preferencial» Ad Gentes, hacia «realidades y/o situaciones misioneras geográficas, humanas y culturales más allá de nuestra fronteras». Estas «realidades y/o situaciones», son identificadas siguiendo los criterios, directrices y estatutos de las OMP, aprobados por la Santa Sede, a través de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Verano Misionero es un «proyecto-servicio» con base en un «voluntariado laical» procedente de las (06) diócesis de Puerto Rico. Por 30 años, ha caminado bajo la custodia de las Obras Misionales Pontificias de Puerto Rico, pero sin perder su esencia fundacional de voluntariado laical, tanto en su simple organización, como en los participantes, aunque esto no excluye la participación del clero, religiosos y aspirantes a la vida sacerdotal y/o vida religiosa. Verano Misionero se ha establecido como la «Viña del Señor» donde muchos encuentran su vocación al servicio de la Iglesia como Laicos y/o Consagrados. Verano Misionero es el «Rostro Ad Gentes» de la Iglesia Católica de Puerto Rico, por su relación cercana con la Conferencia Episcopal de Puerto Rico (CEP), a través de las OMP. Verano Misionero no actúa misioneramente enajenado de las «realidades y/o situaciones misioneras» dentro de Puerto Rico; por el contrario: Puerto Rico es el primer destino misionero de Verano Misionero, donde se realizan todos los talleres de formación y animación misionera.
Verano Misionero trabaja para «despertar, fortalecer y desarrollar la consciencia misionera de todo bautizado.
Verano Misionero no es una pastoral misionera, no es un grupo apostólico o devocional. Es un «proyecto-servicio» de formación, animación y actuar misionero, dentro de una espiritualidad de discipulado permanente en la persona de Jesús.
2. Formación en la Espiritualidad Misionera
a. Formación de Verano Misionero
Propone una preparación necesaria para llevar a cabo la experiencia misionera.
Antes de partir a la misión:
• 3 Talleres de fin de semana
• 1 Experiencia Misionera de fin de semana en Puerto Rico
• 1 Misa de envío
Al regresar de la misión:
• 1 Convivencia Nacional de fin de semana
b. Territorios de Misión
Las experiencias misioneras se llevan a cabo en diferentes modalidades y espacios. Todo dependerá de la necesidad del destino y del llamado que hace el Señor Jesucristo.
c. Experiencias misioneras en Puerto Rico
Se ha trabajado en identificar al menos un territorio de misión en cada una de las diócesis de Puerto Rico. Si hay trabajadores para las viñas de Latinoamérica y El Caribe, los deben haber para trabajar en su propio terruño. En diálogo con los directores diocesanos de misión, hemos facilitado espacios en parroquias, comunidades, religiosas e instituciones de base de fe para los misioneros que se han capacitado para vivir una experiencia misionera durante el verano.
d. Experiencias Misioneras en Latinoamérica y El Caribe
En Latinoamérica y El Caribe se han establecido destinos misioneros por contactos realizados a través de encuentros organizados por Obras Misionales Pontificias para todo el continente. Por medio de los CAM (Congreso Americano Misionero), pos congresos, encuentros continentales y simposios se ha entrado en diálogos con diversos agentes de pastoral para facilitar la acogida de los misioneros. Los misioneros están a la disposición de trabajar en los programas o itinerarios que han sido pensado para ellos.
Los trabajos a realizarse en el destino pueden ser: visitas a hogares, catequesis, celebración de la Palabra, limpieza, tareas agrícolas, manualidades, enseñanza a niños y/o adultos, hospitales y dispensarios, pintura, actividades de carácter cívico y/o apostólico, orientación a adolescentes, entre otras.
e. Experiencias Misioneras Santa Teresita
Existe un destino dedicado a Santa Teresita. El principal fundamento de la misión es la oración. Santa Teresita, patrona universal de la misiones, dedicó su vida entera a la oración por el Anuncio del Evangelio. Nunca salió del convento, pero a través de la oración lograba su cometido. Ella, al igual que muchos misioneros, entregan su vida a la misión por medio de la oración. El proyecto de Verano Misionero propicia que los participantes que sientan este llamado de misionar a través de la oración, puedan hacerlo desde su realidad. ¿Cómo? Los misioneros se organizan de la siguiente manera:
• Oración personal- Desde su realidad, ya sea laboral o estudiantil, los misioneros se mantienen en constante oración por los misioneros que están en el campo de la misión. En el trabajo, en la universidad, en el convento, en el hogar, el misionero se mantiene en constante oración personal. A lo largo del día, los misioneros pueden hacer sacrificios y ayunos por la Misión. Es una manera activa de participación misionera.
• Oración comunitaria- Los misioneros se reúnen entre sí para organizar encuentros de oración. El salir implica fuera del país, como el salir de su propia diócesis hacia el campo de misión. Al ser un proyecto con alcance nacional, se organizan por diócesis (siempre extendiendo la invitación a los demás misioneros de otras diócesis) para visitar las familias de los misioneros que han salido. Algunas familias no comprenden del todo el llamado que ha recibido el misionero, así que esto es una ocasión para acompañar desde las escucha y la oración. Pueden llegar a preocuparse mucho, por lo cual el destino Santa Teresita se hace presente para consolar en medio de la angustia. Así que el destino de Santa Teresita visita las familias para acompañarles principalmente desde la oración. Se reza el Santo Rosario entre otras plegarias en comunidad, donde son invitados los familiares y amigos. En contacto con los equipos de animación misionera de la diócesis, se realizan encuentros de oración a nivel diocesano. En estos encuentros se hace presente la Iglesia particular, la misma que ha enviado al misionero al territorio de misión. Se organizan noches de adoración al Santísimo, peregrinaciones, retiros de silencio entre otras modalidades de oración. De igual forma, los misioneros organizan campañas de oración por los diversos medios de comunicación social invitando al resto del mundo virtual a unirse por el Anuncio del Evangelio. No hay una sola forma correcta de llevar a cabo la misión desde la oración. Es por eso que siempre se tiene apertura a la creatividad, siempre colocando al servicio los dones y talentos recibidos por Dios.
IV. Propuesta Equipo Nacional de Misiones
1. Participación en la formación de Verano Misionero
La primera etapa consiste en invitar a que cada diócesis envíe delegados de la Pastoral Juvenil, para que participen activamente en la formación que provee el proyecto Verano Misionero. La formación del proyecto Verano Misionero es integral. Existen talleres de reflexión y oración, contenido doctrinal; así como experiencias concretas en Puerto Rico.
La idea es que los jóvenes puedan participar de la formación en la Espiritualidad Misionera, y a su vez, participar de las experiencias misioneras. Es una oportunidad para fomentar la formación permanente entre los jóvenes. Los jóvenes tendrán la formación y experiencia, que luego desarrollarán en sus diócesis. El Rev. P. José Orlando Camacho Torres, director nacional de Obras Misionales Pontificias de Puerto Rico, ha puesto a disposición de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil todas las herramientas de las Obras Misionales Pontificias para acompañar la vida de los jóvenes.
Itinerario de formación ciclo 2017:
• Taller IA- 9 al 11 de diciembre de 2016
• Taller IB- 20 al 22 de enero de 2017
• Taller II- 17 al 19 de febrero de 2017
• Experiencia Misionera- 24 al 26 de marzo de 2017
• Taller III- 28 al 30 de abril de 2017
• Misa de envío- 21 de mayo de 2017
• Experiencias Misioneras- junio y julio
• Convivencia- 18 al 20 de agosto de 2017
2. Desarrollo Proyecto Misionero Diocesano
En esta etapa, se pretende elaborar un proyecto misionero dirigido a los jóvenes de la propia diócesis. Ya que es un proyecto dirigido a su Iglesia local, es importante que se consideren los planes pastorales que tengan la diócesis y los equipos diocesanos de Pastoral Juvenil. No se debe realizar un plan que no responda a la realidad ni a los pasos que se dan en la comunidad general.
Este proyecto diocesano permitirá crear, organizar, formar a los jóvenes en la espiritualidad misionera. No todos tienen la posibilidad de participar de la formación que ofrece Verano Misionero, por lo cual, aquellos que han participado, pueden aportar de sus conocimientos y experiencias a los jóvenes de la diócesis. Cada diócesis decide desde que edad participarán los jóvenes en su proyecto diocesano. Para participar del proyecto Verano Misionero debe tener más de 18 años. Por lo cual, el proyecto diocesano puede tener un mayor alcance en aquellos jóvenes que sean menores de edad.
Se pretende ofrecer una estructura concreta que facilite itinerarios de vida y fe a nuestros adolescentes y jóvenes católicos que desde sus talentos y expresiones, hacen vida la fe. Esta propuesta es un esfuerzo para que los jóvenes puedan escuchar el llamado de Dios desde sus destrezas y competencias.
Es por tal razón que ofrecemos unos esquemas y modelos a seguir para la elaboración de la estructura que facilitará los encuentros juveniles. Ciertamente, estamos conscientes de que no todos las diócesis asumirán la propuesta de la misma forma. La intención es que la misma pueda enriquecerse de las experiencias propias de cada diócesis. Por tal razón, proponemos que los animadores se dejen interpelar por este camino, para ubicarnos en lo nuevo que Dios nos ofrece en ese deseo de adelantar la civilización del amor.
3. Envío
a. Envío Misionero Interdiocesano
Es de todo misionero salir a pregonar la palabra de Dios por todo el mundo, como así expone el Apóstol Marcos en su evangelio “Id por el mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación”. Es por esto que el joven será enviado a su lugar de misión en Puerto Rico. Esto será esencial para que el joven pueda poner en práctica todo lo aprendido, y de esta forma tener la experiencia final que se desea que obtenga: Una experiencia misionera que les permita vivir y ser auténticos discípulos misioneros de Jesucristo.
b. Misión interdiocesana:
• Las misiones dentro de la diócesis se llevarán a cabo primero enviado un comunicado a todas las parroquias de las diócesis.
• Según la cantidad de misioneros, se identificarán la cantidad de lugares donde los jóvenes realizarán su experiencia misionera.
• Las parroquias, escuelas, comunidades religiosas o entidades identificarán las necesidades en su comunidad donde los misioneros puedan colaborar.
• No se trata de crear algo solo para los misioneros, y que luego que culmine la experiencia misionera no se continúe atendiendo. Que los jóvenes puedan servir en aquellas áreas que se encuentran en los planes pastorales de cada lugar de misión.
• La delegación diocesana misionera será la encargada de coordinar la agenda en el campo misionero y seleccionar a los jóvenes que saldrán hacia el intercambio interdicoesano.
• Se espera que puedan participar de experiencias misioneras por 15 o 30 días. Dependerá de la disponibilidad del lugar y de los misioneros.
V. Oración de la Misión Continental
Señor Dios, Padre Todo poderoso, rico en misericordia, que nos amaste hasta el extremo, enviando a tu hijo Jesús para salvarnos y traernos vida abundante.
Te pedimos que nos hagas dóciles a la acción del Espíritu Santo para que seamos seguidores de Jesús, el Señor, en medio de nuestro pueblo.
Que María, Madre de la Divina Providencia, patrona de nuestra isla, nos ayude a ser auténticos misioneros de Cristo, para que Puerto Rico en Él tenga vida plena.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen